SPA

Alivia la tensión y previene la tensión en la espalda.
Energiza la circulación después de estar sentado por largos períodos.

Promueve la flexibilidad en los músculos de la pantorrilla que trabajan duro.

Envía calor de masaje a las articulaciones y los pies doloridos.

Elimina las toxinas del cuerpo. Reduce los niveles de estrés.

Aumenta y mejora la circulación. Reduce el dolor muscular.

Mejora el movimiento de las articulaciones. Alivia el dolor de la artritis.

Mejora la salud cardiovascular. Promueve la curación.

Ayuda al proceso de recuperación.

Alivia el dolor muscular.

Mejora la calidad del sueño.

Impulsa el sistema inmunitario.

Ayuda a aliviar el estrés.

Aumenta el bienestar general.

Alternan el agua caliente (vasodilatadora, relajante de músculos y articulaciones, aumenta la temperatura corporal) y el agua fría (vasoconstrictora, antiinflamatoria, desplaza la sangre a los órganos interiores) para conseguir efectos terapéuticos.

Este tipo de terapia tiene beneficios antioxidantes y ayuda a retrasar el envejecimiento. Además contribuye a la mejora del sistema linfático y del sistema nervioso. Muy útil para aliviar dolores musculares, de las articulaciones y incluso mejora la calidad del sueño.

Aumenta la frecuencia cardíaca y la respiración, y estimula el sistema nervioso.

Elimina toxinas e impurezas.

Piel más tersa y aterciopelada.

Efecto expectorante. Ayuda a combatir la sinusitis o bronquitis, y otros malestares más leves como los refriados comunes o la tos.

Reduce el estrés, ansiedad u depresión.

Limpia los poros y elimina el acné.

Las duchas con agua fría son beneficiosas para mejorar la circulación sanguínea, por su efecto vasoconstrictor y relajante. Se debe de aplicar el agua fría en sentido ascendente, es decir, desde los pies hacia las rodillas para mejorar el retorno de la sangre hacia el corazón.